Un ex-empleado de Google conoce lo peor del internet y te lo cuenta ¡Terrible!
La plataforma de reproducción de música Grooveshark se vio forzada a cerrar su sitio en internet, tras una larga batalla legal con la industria discográfica en EE.UU. que la demandó por carecer de las licencias de derechos de autor, recogieron hoy medios locales.
El final de la página web hizo parte de los acuerdos legales alcanzados por Grooveshark y las compañías discográficas, informó la Asociación Estadounidense de la Industria de la Grabación (RIAA, por su sigla en inglés).
“Fallamos en obtener las licencias de los titulares de derechos para la mayoría de la música en el servicio”, reconoció por su parte Grooveshark en un mensaje publicado en el que fuera su sitio de internet, y que hoy se halla inactivo.
El portal, que durante casi diez años ofreció música gratuita a hasta unos 35 millones de usuarios mensuales, fue demandado en 2011 por las discográficas Warner, Sony y Universal Music, informó hoy la versión digital de la revista Rolling Stone.
“Esta es una victoria importante para los artistas y toda la industria de la música. Por mucho tiempo, Grooveshark construyó su negocio sin compensar adecuadamente los artistas, compositores y todos los demás que hacen posible la buena música”, señaló RIAA.
Grooveshark también se comprometió a eliminar la música que ofrecía y a entregar “la propiedad intelectual, incluyendo las patentes y derechos de autor del portal”.
Dos de los fundadores de Grooveshark, Josh Greenberg y Sam Tarantino, admitieron “la creación y el funcionamiento de un servicio de música infractora”.
“Eso estuvo mal, pedimos disculpas”, agregaron en una declaración escrita publicada el jueves.
“Si amas la música y respetas a los artistas, compositores y cualquiera que haga posible música grandiosa, utiliza un servicio con licencia que compense a los artistas y a otros titulares de las licencias”, agregaron.
El mensaje en el portal además urgió a los amantes de la música a optar por “centenares” de opciones musicales que existen actualmente a “precios razonables”, como Spotify, Deezer, Google Play, Beats Music, Rhapsody y Rdio.
Grooveshark fue creado en 2006 por Greenberg, Tarantino y el colombiano Andrés Barreto, cuando los tres eran estudiantes de la Universidad de Florida.
Al principio no se sintió tanto, pero con el correr de los meses, su rutinario trabajo se fue convirtiendo en una pesadilla. Escenas de decapitaciones, pornografía infantil, suidicios, necrofilia y demás material altamente perturbador pasaron ante sus ojos. Toda esta exposición constante fue minando rápidamente si psiquis.
Fue entonces, cuando la empresa lo obligó a realizar un análisis de rutina. Al momento en que el especialista le presentaba fotos cotidianas, todo le parecía obsceno. Por ejemplo, una inocente foto de un padre abrazando a su hijo lo remontaba hacía el comienzo de una relación de pedofilia. “Ella me mostró fotos de actividades aparentemente inocentes (como un test de Rorschach modificado) y me preguntó por mi primera reacción visceral, ahí se me ocurrió que necesitaba terapia“. Google le proporcionó unas pocas sesiones iniciales, luego le recomendó que siguiera con el tratamiento por su cuenta al mismo tiempo que le informaron que no sería contratado por la empresa.
Los empleados tercerizados de Google solo pueden serlo durante un año, luego de ese plazo deben ser contratados o bien desplazados. Esto último le pasó a nuestro empleado, que 9 meses después de haber comenzado, le comunicaron que no seguiría en el puesto. Al parecer no es la primera vez que pasa: “Tres personas aquí estaban en el turno de medianoche para YouTube y se les prometió que si veían decapitamientos y porno infantil por todo este tiempo, serían contratados. El sistema de revisión de YouTube es proactivo – tienen que sentarse y verlo todo, de 10 pm a 8 am, por un año“.
Limpiar la basura de Google es un trabajo fundamental para la empresa, pero que al parecer, ningún empleado de planta puede hacerlo. Pero una cosa es segura: alguien tiene que hacerlo.
Via: Difundir.org